¿De qué se trata la monetización de la inversión social?
Por Socorro Moreno, cofundadora y directora de AVISINI RESEARCH
Todavía hay muchas empresas que no saben cómo catalogar en sus presupuestos y balances los programas de responsabilidad social empresarial, si en el rubro de gastos o de inversiones. Incluso hay algunas que los dejan en el limbo de “filantropía”.
Sabemos que, en casi el 100 por ciento de estas inversiones en temas sociales y ambientales, no habrá un retorno económico; no se trata de una línea de negocio de la empresa si no de un sentido de equidad y aporte a la sociedad. Por lo general, lo más valioso terminan siendo los testimonios de algunas personas agradeciendo lo recibido y contando el efecto positivo que tuvieron esas acciones en sus vidas. Y no hay que despreciar esto, realmente sus palabras suelen generar mucha satisfacción.
Sin embargo, también es cierto que, en el mundo empresarial, las cifras dicen mucho y las tablas de Excel importan. Es cuando las compañías fijan unos KPIs para mostrar sus resultados, aunque la mayoría se queda con los datos estadísticos: cuánto dinero se gastó, cuántas personas se beneficiaron, cuánto tiempo duró la intervención, cuántos elementos se entregaron, número de visitas o talleres realizados, etc. Todo detallado en un informe final, útil para el departamento de finanzas o cualquier auditoría.
Hay otras organizaciones que van un poco más allá y quieren conocer el impacto real de su intervención social, el aporte que este está haciendo a la comunidad, a la sociedad, al país. Entonces comienzan a medir y evaluar el impacto social de sus acciones con datos cuantitativos y cualitativos en términos de bienestar, de desarrollo comunitario, de mejora en la salud, alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, avances en la calidad de vida o de la superación de la pobreza, por ejemplo. Este es nuestro expertise en AVISINI RESEARCH. Para ello escuchamos a las personas, hacemos encuestas, analizamos la información y sistematizamos la percepción que tienen los involucrados sobre los beneficios recibidos y su eficacia.
Esta medición y evaluación debe incluirse desde la planeación del proyecto para saber de dónde se parte; durante el desarrollo de este, para percibir efectos no deseados o imprevistos y hacer los ajustes adecuados con miras a alcanzar los objetivos, y al final para recopilar historia y las lecciones aprendidas que permitan optimizar futuras intervenciones.
Pero aún se puede ir más allá. También sabemos que hay stakeholders, especialmente miembros de junta directiva e inversionistas, que más que algunas cifras o testimonios o buenas razones, entienden lo que lleve el signo pesos por delante. Esto también se puede hacer, y es una tendencia mundial, el poder traducir esa inversión social y su impacto en términos financieros. Es decir, se puede monetizar al darle un valor en dinero a lo intangible de los impactos de las acciones: niños con menos enfermedades respiratorias, disminución del embarazo adolescentes, menor deserción escolar, superación de índices de desnutrición, mayor caudal de una fuente hídrica, en fin, en cualquier campo en el que se invierta.
¿Cómo? Tomando esa percepción que tengan las personas sobre lo que están recibiendo, darles un valor, validarlos, aplicar herramientas econométricas y llegar a una cifra que refleje todo eso. En AVISINI RESEARCH estamos en capacidad de establecer lo que se conoce como SROI: Social Return on Investment o Retorno Social de la Inversión.
Lo invertido tal vez no tenga un retorno económico, pero podemos establecer el efecto que tuvo en una comunidad cada peso destinado a un programa social y cuantificar el retorno que esto representaría. Mínimo, que sea equitativo: por cada peso invertido, obtener un retorno de un peso.
Las historias siempre serán bonitas, conmovedoras, acuden a las emociones y dejan recordación, pero hay unidades de negocio que se mueven con cifras contables y al hacerles esa traducción pueden darse cuenta de que no están “botando la plata”, en lo que para muchos grupos de interés puede ser una obligación como la responsabilidad social corporativa. Es poder decirles, no solo que la gente está mejor y feliz, sino que por cada peso invertido se tiene un retorno de X cantidad.
En definitiva, establecer el SROI permite a una empresa:
Demostrar el valor real de sus iniciativas y presentar de forma cuantificable cómo los proyectos sociales contribuyen a la sociedad.
Facilitar la toma de decisiones, pues la medición del impacto ayuda a ajustar estrategias y asignar recursos de forma más eficiente.
Aumentar la confianza de los stakeholders, especialmente inversionistas y miembros de junta directiva.
Sin duda, mostrar un retorno social claro incrementa la credibilidad y mejora la reputación y la fidelidad a la empresa de parte de distintos grupos de interés.
De paso, le permite a la compañía hacer comparaciones: si tiene varios programas sociales puede revisar sus resultados para saber dónde se está generando mayor impacto.
Así que todo se puede medir, cuantificar y monetizar para tener cifras confiables que reflejen en los balances e informes los beneficios e impactos de la inversión social realizada.
Y la mejor forma de hacerlo es con nosotros. En AVISINI RESEARCH contamos con la experiencia, el conocimiento, el recurso humano y las herramientas para hacer investigaciones y análisis tanto cualitativos como cuantitativos y establecer su valor. Haz que tu empresa esté a la vanguardia en temas de inversión social.
